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Cuando se inauguró el Museo Británico (The British Museum) en 1759, fue el primer museo nacional abierto al público en cualquier parte del mundo. Era libre de visitar (y sigue siendo) para que cualquier “persona estudiosa y curiosa” pueda pasar por sus puertas y ver los objetos extraños recolectados de todo el mundo.

Siglos antes de la televisión, esta era una oportunidad para que cualquiera se parara frente a especímenes y antigüedades y se conectara con otras culturas, antiguas y contemporáneas. Las primeras exposiciones consistieron en la colección del médico y naturalista Sir Hans Sloane – monedas y medallas antiguas, libros y restos naturales – y, a lo largo de los siglos, se ha convertido en el hogar de los hallazgos más significativos realizados por los exploradores británicos en el país y en el extranjero, como La piedra Rosetta del antiguo Egipto y la escultura del Partenón de la Acrópolis de Atenas.

En los últimos años ha habido campañas de otras naciones que quieren que se les devuelvan algunos de sus tesoros históricos. Sin embargo, el Museo Británico (The British Museum) sigue siendo una de las atracciones más populares del mundo, con seis millones de visitantes al año. Y aunque muchos de sus objetos de valor incalculable están protegidos por vitrinas, el museo no es más que un lugar de descanso silencioso.

Tan pronto como entras en el magnífico Gran Atrio (Great Court) con techo de vidrio, puedes escuchar el alboroto de estudiantes, turistas y londinenses que acaban de almorzar entre los tesoros. El Museo Británico (The British Museum) es una organización de trabajo que realiza investigación y conservación y se refleja en la amplitud de la colección y la forma en que se muestra.

Las galerías están divididas por ubicación y períodos en la historia: el antiguo Irán, Grecia, China a partir del año 5000 aC, la Gran Bretaña romana, etc., y si te sientes abrumado por la elección, sigue uno de los recorridos gratuitos de 20 minutos dirigidos por guía todos los viernes, o visita una de las exposiciones gratuitas dedicadas a un tema específico u obras de arte. También hay actividades gratuitas diarias para niños, que incluyen talleres de manualidades y talleres digitales, perfectos cuando hay un proyecto de tareas que necesita inspiración.

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